jueves, 12 de febrero de 2015

Mons. Abel Costas Montaño, Obispo Emérito de Tarija Q.E.P.D.

Mons. Abel Costas Montaño
Mons. Abel Costas Montaño, Obispo Emérito de Tarija, es llamada a la morada eterna. Mons. Abel Costas Montaño, Obispo emérito de Tarija Falleció el miércoles 11 de Febrero (fiesta de la Virgen de Lourdes) del presente, en la ciudad de Cochabamba en horas de la tarde, de quien sus restos mortales son velados en el seminario Arquidiocesano San Luis, y la Eucaristía de exequias se celebrará el jueves 12 de febrero a horas 18:00 en la Iglesia Catedral de San Sebastián y sus restos serán colocados en la cripta de la misma catedral por voluntad de la misma familia. Donde estarán presente Mons. Javier del Río, Obispo de Tarija, el Pbro. Diego España Vicario General y los seminaristas de la diócesis de Tarija.

Mons. Abel, nació en Pocona, Cochabamba el 25 de mayo de 1920, sus estudios eclesiásticos realizó en el seminario de Villa Devoto, fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Cochabamba el 22 de septiembre de 1945 en Buenos Aires - Argentina por el cardenal Santiago Ruiz; Su Ordenación Episcopal se celebró el 6 de enero de 1969 en la ciudad del Vaticano, Roma, por Pablo VI.

 Fue designado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cochabamba, el 14 de noviembre de 1968 y Nombrado obispo titular para la Diócesis de Tarija el 11 de diciembre de 1974. El 20 de octubre de 1995, el papa Juan Pablo II aceptó su carta de renuncia; es así que Mons. Abel Costas fue más de 20 años pastor de esta Iglesia local.

Su misión pastoral, en sus primeros años fue muy difícil por la falta de clero Diocesano, porque existía un sola sacerdote y un seminarista en formación. Es por eso que su principal misión fue promocionar las vocaciones sacerdotales, que de tal modo consagró varios sacerdotes para la Iglesia de Tarija y que los amaba de corazón y erigió nuevas parroquias Diocesanas, de esta manera dio una identidad diocesana a la Iglesia de Tarija. 

Cabe destacar que Mons. Abel, fue cercano a la gente, siempre se identificó como Tarijeño, “soy cochabambino, pero mi corazón es Tarijeño”, en otras palabras amó mucho al pueblo tarijeño y es por eso que entrego sus mejores años al servicio de esta Iglesia. Llevó una vida encardada en el evangelio de Cristo en Oración y testimonio de Vida Ejemplar.

 Dedico mucho su vida al servicio social de los más necesitados, de tal manera llego a crear barrios y edificar viviendas con ayudas externas para los pobres; el Barrio Juan Pablo II, Carlos Wagner entre otros, e incluso una unidad educativa lleva su nombre por su apoyo incondicional.

El pueblo de Tarija después de su renuncia como obispo titular, siempre lo recordó con añoranza y asimismo Mons. Abel desde Cochabamba recordaba Tarija con nostalgia.
 (Fuente: Pbro. Simón Díaz)